Desde que empecè a zambullirme en el peregrinaje de Paulo por el camino de Santiago y en la bùsqueda de su espada, no sòlo he ido siguiendo sus pasos, sino que he ido conociendo muchas cosas de las que pocas veces, por no decir nunca, habìa oìdo hablar.
Cabe resaltar que El Peregrino no debiò haber llegado a mis manos pues recuerdo que el primer libro que cogì en aquella 2da Feria del Libro fue La Quinta Montaña pues èste incluìa en su precio un descuento del 10%, pero por cosas de la vida, mi madre cogiò El Peregrino y lo colocò en mis manos. Teniendo ambos frente a mis ojos tuve que decidirme por uno, sòlo uno.
Y me decidì por èste, por un detalle que leì en la contraportada : "Este libro es la confirmaciòn de que uno mismo es el señor de sus pasos, el dueño absoluto de su camino, el arquitecto de su sueño" y lìneas màs abajo algo que terminò por confirmar la compra : "Un libro sobre la determinaciòn". Mi decisiòn, al principio dubitante, en ese momento acabò esclarecièndose.
Debo confesar que al principio, leer El Peregrino me resultaba algo tedioso, no era èsta una historia como las que ya habìa leìdo en sus demàs libros; aquì era èl el protagonista y por mi mente pasaron ideas que hoy casi en las 3/4 partes de mi lectura del libro, creo que fueron, por asì decirlo, absurdas.
Asì, una mañana de domingo, con el ànimo no del todo bueno, comenzò mi nueva aventura.
"La llegada" me diò luces acerca de las tres rutas de peregrinaje del cristiano, rutas consideradas sagradas y que daban una serie de bendiciones e indulgencias.
Cuenta que del mismo modo que la tradiciòn musulmana exige que todo fiel haga por lo menos una vez en su vida el camino que hizo Mahoma de la Meca a Medina, asì mismo existen tres rutas del cristianismo :
La primera, que conducìa hasta la sepultura de San Pedro en Roma; sus caminantes tenìan por sìmbolo una cruz y eran llamados romeros.
La segunda, conducìa hasta el santo Sepulcro de Cristo en Jerusalèn y quienes la recorren eran llamados palmeros porque tenìan como sìmbolo las palmas con las que Cristo fue saludado cuando entro a la ciudad.
La tercera, la que realizara Paulo, es la ruta que conducìa hasta los restos del Apòstol Santiago en un lugar de la Penìnsula Ibèrica, lugar conocido como Compostela, el camino de la estrella, en donde un pastor vio una estrella brillante sobre el camino. A los que recorren este camino se les llama peregrinos y tienen como sìmbolo una concha.
Ademàs de las Rutas, algo que llama mucho mi atenciòn durante el peregrinaje son los ejercicios y rituales que Petrus enseñara a Paulo, lo que llamara las Pràcticas RAM, que segùn cuenta, son pràcticas que hacen que el hombre realice sus sueños.
Realmente cada una de ellas sorprende màs y màs en su realizaciòn... como aquel primero : el ejercicio de la semilla, que pretende hacer que nos convirtamos en una semilla echada bajo la tierra y còmo es que èsta se va convirtiendo en un brote hasta romper la tierra y salir a flote.
Otros ejercicios que puedo resaltar son el ejercicio de la crueldad (el cual comentè con mi familia), el ejercicio de la velocidad, que nos pide detenernos a mirar cada detalle sin prestarle tanta atenciòn al tiempo, el ritual del globo azul, el cual me gusto mucho... y tantos otros que parecen realizables por todos nosotros, pues cada uno de nosotros tiene sueños, metas en la vida, y todos estos ejercicios y rituales nos ayudan a llegar a ellos y a conocer nuestras posibilidades...
Continuarà...
No hay comentarios:
Publicar un comentario